viernes, 20 de junio de 2008

Historia, Ferrocarril y Batallas






Siete grandes expediciones holandesas recorrieron las costas de nuestro país. En un comienzo, la principal motivación de los expedicionarios fue encontrar una nueva ruta comercial que les permitiera llegar hasta las islas Molucas y adelantarse así en la carrera mercantil. Entre las nuevas rutas comerciales, los holandeses descubrieron el Estrecho de Le Maire y el Cabo de Hornos (Kaap Hoorn). Resuelto este objetivo, la acción de los viajeros se dirigió a desarticular el comercio entre España y sus colonias. Las actividades de los corsarios holandeses a través las costas de Chile, se dirigieron no sólo a la captura de galeones comerciales y el contrabando de mercancías, sino también incluyeron un intento de colonización en Valdivia e, incluso, una alianza con los mapuches. La isla de Chiloé fue la base de operaciones de los corsarios holandeses; desde allí organizaron los ataques a los diferentes puertos de la Capitanía General de Chile. Las incursiones continuaban en las costas del Perú, buscando los galeones españoles que llevaban hacia la metrópoli todas las riquezas del virreinato. Después de la expedición de Hendrick Brouwer (1642-1643), los españoles avecindados en Chile pidieron refuerzos al Perú, y ya apertrechados, esperaron un nuevo ataque que nunca sucedió. Casi un siglo después, Jacobo Roggeveen, luego de merodear por nuestras costas, emprendió rumbo hacia el oeste. Un día de abril de 1722, fecha en que se celebraba Pascua de Resurrección, el corsario holandés, por azar, llegó a una isla en medio del océano, bautizándola como Isla de Pascua. Esta fue la última expedición de la cual se tenga noticia de navegantes holandeses en territorio chileno. Las incursiones holandesas no dieron los frutos esperados: nunca capturaron un botín importante como esperaban, ni tampoco consiguieron establecerse y formar una colonia, debido a que no contaron con un decidido apoyo de los mapuches. En suma, el peor daño que hicieron a la corona española, fue obligarla a empeñar las riquezas de sus colonias en gastos de defensa. Pero, sin duda, la principal contribución de estos aventureros navegantes fue su aporte al conocimiento geográfico y etnográfico de las regiones meridionales.






La batalla de Mocopulli o combate de Mocopulli fue un enfrentamiento armado ocurrido en las ciénagas de Mocopulli en la Isla Grande de Chiloé, Chile, el 1º de abril de 1824. Combatieron las fuerzas independentistas chilenas al mando del coronel Jorge Beauchef y las fuerzas realistas de Chiloé, leales al rey de España, comandadas por el coronel José Rodríguez Ballesteros.
Las fuerzas chilenas habían desembarcado el día anterior en el puerto de Dalcahue, distante alrededor de 8 km del sitio de la batalla y marchaban hacia Ancud, unos 65 km al norte, para atacarlo de forma inesperada desde el sur mientras otras fuerzas desembarcadas en Chacao lo harían simultáneamente desde el noreste.
Las fuerzas chilotas conocían el avance chileno y se encontraban apostadas ocultas en los bosques próximos a la unión de las sendas que llegaban desde Dalcahue al camino de Caicumeo, que comunicaba Castro con Ancud. Disponían de un cañón y de la ventaja de contar con conocimiento del terreno.
El ataque realista se produjo sorpresivamente y desde una posición elevada, que unido al desconcierto entre los atacados, resultó exitoso en un principio. Para empeorar la situación de las tropas chilenas en combate, el batallón Nº 7 que comandaba José Rondizzoni se rehusó a entrar en la batalla a causa de un asunto de sueldos impagos. Los hombres de Beauchef lograron sobreponerse a la adversidad inicial y repelieron a los chilotes. Ambos lados tuvieron alrededor de un centenar de bajas y no hubo un claro vencedor, ya que aunque las tropas realistas se habían retirado del campo, los chilenos tuvieron que replegarse a Dalcahue y abandonar el plan de llegar a la villa y Fuerte Real de San Carlos de Chiloé, actual ciudad de Ancud y anexarse el archipiélago, cosa que ocurriría dos años más tarde.
Se han hecho numerosos hallazgos en el terreno de la batalla. Uno de los más interesantes es un sable de caballería encontrado en el año 2006, lo atractivo del arma es que tiene grabados en francés, lo que hace deducir que debió pertenecer a alguno de los oficiales franceses que viajaban con Beauchef.

El Combate de Pudeto fue un enfrentamiento entre patriotas chilenos y realistas españoles desarrollado en el marco de la Campaña de Chiloé el 13 de enero de 1826.
Esta serie de acciones tenía, como fin último, la explulsión de los españoles de la Isla de Chiloé, la cual se mantenía como el último bastión de la Corona hispana en Chile.
Las tropas patriotas eran comandadas por José Rondizzoni, Jorge Beauchef y José Santiago Aldunate y un batallón de reserva con Manuel Riquelme, todos bajo el mando de José Manuel Borgoño.
La operación se realizó de noche y con gran éxito, pues se le quitaron al enemigo tres lanchas cañoneras y se le vararon las tres restantes.






Una Línea en Chiloé
La Isla de Chiloé se ubica en Chile al sur de Puerto Montt, donde comienzan los canales, fiordos e islas que se extienden unos cientos de kilómetros al sur. La isla es de forma, más o menos, rectangular, de 175 km de norte a sur y de 25 a 65 km de este a oeste. En tiempos pasados Chiloé tenía fama de ser tierra virgen. Sus habitantes se encontraban dispersos por todas partes de la Patagonia haciendo trabajos duros y ocasionales. Hoy el turismo crece en los bosques vírgenes, en los páramos, y en los pueblos con casas antiguas de madera.
IntencionesLas primeras propuestas para un ferrocarril en Chiloé fueron hechas en 1899. El Senador Don Ramón Rozas aportó la idea. Pero no fue autorizada para razones económicas no así por razones técnicas. En Chiloé durante varios siglos hubo dos ciudades principales, Ancud y Castro. Parece que la intención era hacer una traza entre ambas.
MedicionesEn 1905 el Congreso Chileno otorgó la suma de 35.000 pesos para un estudio por el Ingeniero Jorge Hevister y el Ingeniero Carlos Briceño. Este estudio fue seguido por otro en más detalle por un sindicato franco-belga en 1907. El cuaderno del Señor Gustavo Boldrini habla de esto en pleno detalle.
ConstrucciónCerca de 1908 se firmó un contrato con la empresa Lezaeta y Duran Hermanos por la suma de $2.950.000. La trocha era ser 60cm y el ferrocarril formaba parte de la red ferroviaria del estado. Aunque se hacían pedidos para que la trocha sea de 75cm por motivo de tener una capacidad más grande con casi nulo incremento en el costo. Desde el punto de vista de hoy sería una buena idea. Chile tenía a una línea de trocha 75cm de muy alta capacidad en el Ferrocarril Antofagasta y Bolivia allá en el norte, al cual se lo retrochó, surgió entonces la idea de que el material rodante sobrante podría ser enviado al sur.
Vista por la calle Prat en Ancud. Se ve la vía simple sobre la superficie del pavimento. Claramente es una postal tintada, pero la fecha es desconocida. Proveída bondadosamente desde su colección por el Señor Raúl Moroni.
La traza sigue la costa desde Ancud por unos kilómetros, pero después cambia hacia el sur por el medio de la isla. La medición no fue fácil dado que había valles hondos por donde corren ríos que descargan sus aguas al oeste. Pero, un ascenso a la meseta central aseguró una traza fácil desde un punto al sur de Butalcura hacia Piruquina. Hay una lista de puntos de interés a lo largo de la traza en un apéndice. El 8 de septiembre de 1911 los obreros trabajando desde Ancud se encontraron con los que partieron desde Castro cerca de Butalcura. Las tareas de terminación de la línea continuaron hasta el 27 de julio de 1912 cuando corrió el primer tren.
Adicional a la línea principal entre Ancud y Castro y al mismo tiempo, se construyó un ramal al oeste por la costa hasta Lechagua. Parece que era para el transporte de madera al muelle de Lechagua, se tenía la esperanza de que Lechagua fuera un gran puerto nuevo.
Aunque las características de la línea se veían suficientemente razonables en principio, la línea mostró en el tiempo los signos de la falta de dinero. Además la línea tiene fuertes pendientes del 2,86% hacia el norte antes de Llau Llau y al sur a la salida de Butalcura. Más grave era el hecho de tener tres puentes grandes que de la manera en que fueron construidos inicialmente no brindaban seguridad. Fueron construidos de nuevo en 1925 en acero y hormigón armado.
Mapa de la Isla de ChiloéCastro y Ancud están visibles claramente y se ve el ferrocarril (línea negra angosta) que las une en este mapa de 1957. Quellón, o Puerto Quellón, está mucho más al sur.
Extensiones propuestasSiempre se vio a la línea Ancud - Castro como la principal, ya que había muchos sueños de para crear una red completa. Las principales extensiones son enumeradas debajo:
Ancud - Muelle Lechagua. Ésta fue la única construida, principalmente para el transporte de madera.
Castro - Quellón. 90 kilómetros al sur de Castro.
Mocopulli - Dalcahue, a ocho kilómetros al este, con balsa a Isla Quinchao.Ancud - Chacaopara, hasta el embarcadero de la balsa al continente

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